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Mi experiencia como activista politico

10/08/2017

Corría el año 2005 y España vivía un momento de gran esplendor. La natalidad subía como la espuma al mismo ritmo que lo hacían los pisos y los medios de comunicación se hacían eco de la buena nueva sin importarles el porqué de ese eufórico crecimiento. Eran tiempos de jolgorio en el periodismo nacional, nada se ponía en tela de juicio y los telediarios destinaban gran parte de su tiempo en anestesiar a la población con noticias muy positivas al respecto de nuestra economía y adulando a la elite política por el buen trabajo realizado.

Lo lógico habría sido llevarse por esta vorágine pero había algo en el interior de Iván que le hacía sospechar que algo gordo se cernía ante todo esto. Por ese motivo, y tras finalizar bachillerato, el junto a un amigo comenzaron a reunirse en una pequeña oficina de la facultad de ciencias políticas de UCM con el único propósito de crear un movimiento de izquierdas que aglutinara nuestras mismas inquietudes. Sin apoyos era muy difícil darse a conocer así que se comenzaron a tejer una red de contactos que les permitiera pasar a la acción. Su primer paso fue entrar en (IA) y, de ese modo, comenzaron a colaborar de manera puntual, ya fuera acudiendo a manifestaciones, charlas del partido o de esta organización sin muchas pretensiones que el mero interés de saber cómo funciona internamente una organización.

Con el tiempo fueron reclutando a nuevos integrantes de diversas formas. El mundo de la noche y el incipiente boom de los botellones les permitió conocer gente con sus mismas afinidades formando un grupo lo suficientemente fuerte como para constituirse de manera independiente. A los pocos meses y en vista de los progresos conseguidos no tuvieron más remedio que desligarse de IA para emprender el vuelo en solitario.

El siguiente paso fue trasladarse de la universidad a la calle y para ello contaron con ayuda de comisiones obreras de su municipio prestándoles su sede para realizar reuniones semanales. Todo esto supuso un salto cualitativo importante ya que trasladarían su trabajo a pie de calle permitiéndoles tener un contacto cercano con los vecinos y continuar con una rutina de trabajo con la que no contaban anteriormente.

Eran 4 gatos, pero pronto empezó a salir gente hasta debajo de las piedras

Lo primordial era llegar a la gente joven así que comenzaron a realizar fanzines & octavillas para repartir en los colegios y llevar el movimiento estudiantil a las aulas. Comenzaron a realizarse conferencias sobre temas como el problema de la vivienda o los recortes en la sanidad pública entre otros. La verdad es que todo pintaba a las mil maravillas, incluso se crearon fuertes lazos con organizaciones de otros municipios creando un movimiento reivindicativo que ni ellos mismos se creían. Lógicamente en esta vida nada es gratis y nuestros amigos empezaron a aplicar cuotas mensuales entre sus camaradas para poder materializar todos sus actos. No contaban con subvención alguna ni con ninguna institución fuerte que les apoyara pero se apañaban con lo que tenían, para algo eran comunistas.

Del mismo modo, otro de los problemas con el que tuvieron que batallar fue su alto grado de exposición. Cada vez eran más visibles por el barrio y no tardaron mucho en surgir las primeras agresiones neonazis por su ideología. No tuvieron más remedio que aprender técnicas de defensa personal para evitar encontronazos desagradables pero siempre teniendo en cuenta que la violencia era el último recurso.

En eso que aparece (C) en sus vidas, una organización consolidada a nivel nacional para proponerles anexionarse con ellos. ¿Cuáles eran las condiciones? Pues muy sencillas, apoyarles a nivel nacional y autonómico a cambio de obtener apoyo a nivel municipal que era en ese momento lo que más nos interesaba. Así comenzó una nueva dinámica de trabajo más agresiva y estresante con nuevos frentes por descubrir que culminó con la presentación de (C) en las elecciones nacionales de 2008 con pobres resultados. La crisis todavía no había hecho acto de presencia pero se podría decir que eran unos adelantados a su tiempo.

Un buen resumen de lo que querían llevar a la practica en Madrid

Durante ese periodo nuestros protagonistas procedieron a realizar actos reivindicativos de mayor calado social de madrugada bordeando la ilegalidad. Por otro lado, se abrieron nuevas vías de financiación gracias a la venta de artículos marxistas-leninistas en el rastro de Madrid o vendiendo comida en las distintas fiestas populares del centro de Madrid.

Estaba claro que no cabían en sí de gozo por la situación en la que se encontraban. Ya podían estar de madrugada retirando placas falangistas, colaborar con okupas u organizando la comitiva para conmemorar la republica el 14 de Abril. Habían sobrepasado la línea de lo que viene a ser un activista política para convertirse en una auténtica guerrilla con pasamontañas.

Pronto comenzaron a granjearse cierta mala fama en el ayuntamiento (gobernado por el PP) y a pesar de que Iván intentara limar asperezas con reuniones, no pudo evitar los continuos desencuentros entre ambos bandos. El dedo inquisidor siempre apuntaba a nosotros cuando algo malo pasaba en el municipio pero tras la implicación del alcalde en el caso gurtel se cambiaron las tornas a su favor.

A partir de ese momento culmine se empezó a desquebrajar todo y comenzó un proceso de declive que siempre quedara en la mente de los implicados. (C) les expulso tras algunas discrepancias ideológicas y algunos de sus integrantes perdieron la ilusión por seguir luchando. A esto había que unir las causas pendientes con la justicia que acarreaban algunos de sus miembros y que se llevaban parte de sus ingresos en abogados.

Y llego el dia de abandonarlo todo. Se acabo el correr sin rumbo

Se instauro la desconfianza y el malestar en el grupo se acrecentó. En los meses posteriores no tardaron de producirse las primeras escisiones y el dialogo consensuado se tornó en amenazas telefónicas. Uno ya no sabía de donde sacar fuerzas para seguir apostando por el proyecto cuando prácticamente todo su esfuerzo se había ido por el sumidero. Muchos acabaron en el ostracismo de esta sociedad adormecida mientras que otros apostaron por otros movimientos sociales más estimulantes.

Han pasado más de 6 años desde que Iván decidiera desligarse de todo aquello. En su momento llego a recuperar la ilusión de antaño cuando surgió el movimiento del 15-M pero con el transcurso del tiempo comprobó que adolecía de los mismos fallos que ellos mismos cometieron, ya había recibido demasiados palos como para continuar. Sigue con sus convicciones intactas a pesar del tiempo transcurrido pero hace tiempo que decidió ver los toros desde la barrera.