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Reflexiones y vuelta al trabajo

01/03/2020

Me acabo de dar cuenta de que es hora de regresar, para que voy a mentir, pero tranquilos, mi ausencia no fue culpa vuestra. Las cosas no han funcionado como yo esperaba (bueno, no como me hubieran gustado). Fui un iluso, pensé que era omnisciente, pero todo se ha escapado de mi propio control. La gente me agota. No supe gestionarlo. Os pido perdón.

Hace casi 3 años que abandone este blog, desaparecí y me teletransporte al espacio, concretamente a marte por propia voluntad. Aquí prevalece la inmovilidad, el tiempo es más difícil de percibir y todo se ve de maneras más simple. Necesitaba alejarme del mundanal ruido y desconectar de todo, era muy frustrante continuar con esto. Aquí todo solo hay partículas que conforman llanuras de lo que en su día eran relojes de arenas.

Uno de los primeros motivos para huir era el entorno. Principalmente estaba cansado de la tierra, sobre todo de las personas que lo habitan y que venían a mi para contarme sus problemas. Es agotador estar enredado en la maraña que conforman sus vidas para darme cuenta más tarde que no estaba viviendo mi propia vida. Pensaba que ocultándome detrás de un escueto átomo de hidrógeno sería suficiente para salvaguardar mi identidad, pero no ha sido así. Aquí he podido desarrollar mi creatividad sin interferir en los demás. He sido feliz durante un instante que se ha alargado en el tiempo terrestre.

La gente que no tenemos problemas en la vida somos un blanco fácil y no les falta razón. No suelo hablar de mi vida para no herir sensibilidades, intento esquivar que la gente me conozca. Prefiero que se lleven una idea artificiosa y equivocada de mí para preservar mi identidad secreta.

Lamentablemente incorporé a mi vida cotidiana los mis problemas de los demás y comencé a sentir que todo que hacía erra incorrecto y no iba a ningún puerto. Aquí esas cosas no pasan, todo tiene su cometido y su razón de ser.

He perdido la cuenta de la cantidad de personalidades que he tenido que llevar sobre mis espaldas para volverme inmune y poder sortear la ansiedad. A veces peco de ser algo incomodo, ya nadie habla claro y me cuesta descifrar lo que me intentáis contar. Nadie escucha. No sabéis lo horrible que es ver las cosas como realmente son y no como te las suelen contar. No sé para qué sirve analizar mi pasado, presente y futuro al mismo tiempo si me doy cuenta que la mejor decisión es hacer que todo siga igual.

De vez en cuando traía gente de visita a este inhóspito planeta, les explico mi punto de vista de las cosas y les asusto, porque pensaban que era una visión horrible. Me aterra que la gente se genere ilusiones irrealizables, son carne de depresiones. Necesitamos encontrar un punto intermedio.

Continuáis alabando este mundo de imperfecciones porque os beneficia y me tengo que callar para poder convivir con vosotros. Al principio pensaba que estaba encerrado con ellos, pero son ellos los que están encerrados conmigo. Perdí la motivación por completo y solo deseaba que mi existencia terminara de la manera menos indolora posible.

Llevo toda vida contemplando gente disfrazada mientras disimulo no darme cuenta. Dicen ser superhéroes, pero desde mi punto de vista no veo más que gente carente de principios, desesperada que intenta por todos los medios salir a la superficie. No me siento a gusto con ellos, pero no tengo muchas alternativas.

Nunca entenderé porque la gente se hacen tantas fotografías, muchas de estas no reflejan el estado anímico y tiempo que intentan transmitir, lo veo como una engañifa. No hago más que observar sus fotografías para desgranar algo de verdad en sus maltrechas vidas. Posiblemente las acumulen para usarlas de placebo durante la vejez y recordar aquello que pudieron hacer o auto engañarse continuamente. No tengo fotos, prefiero echar la vista atrás y ver las pisadas que voy dejando en la superficie marciana.

Asiento con la cabeza cuando me cuentan sus planes de futuro, a veces me siento culpable por apoyar sus ilusiones y no se lastimen. Solo quiero que los engranajes continúen girando para que el maravilloso caos en el que se han convertido sus vidas se mantenga girando en torno a mí persona. No estoy pidiendo un imposible.

A pesar de todo esto, puedo decir que la cosa ha mejorado un poco, sigo con una mentalidad determinista, todo lo que nos deparará la vida ya está escrito. De vez en cuando esbozo una sonrisa cuando los designios de mi destino son tachados y corregidos sin tomar cartas en el asunto. Ya nada me sorprende. Se podría decir que tengo la vitalidad suficiente para escribir algunos posts antes de que termine este año, posiblemente el ultimo antes de que todo explote.

Existen personas que se rigen por las manecillas del reloj, son esclavos del tiempo de los demás y no lo saben. Luego están los libres que no se doblegan a horarios y se dedican a robar el tiempo de los demás. Yo he optado por perder el tiempo fabricando relojes, la opción más sensata. No recuerdo cuando sentí miedo por última vez, supongo que no me queda más remedio que continuar con esto hasta el final…